El encuentro comenzó con algo de iniciativa del Globo, que inquietó desde temprano con varias pelotas paradas. La Lepra respondió con lo suyo, pero sin claridad en los últimos metros. El primer tiempo fue más fricción que fútbol: tres amonestados y apenas alguna aproximación que no alcanzó para quebrar el marcador.
En el complemento, los entrenadores movieron los bancos en busca de aire fresco, aunque el trámite no cambió demasiado. El partido se volvió trabado, con más interrupciones que juego, y el cero en el arco de ambos terminó siendo inquebrantable. La única emoción fuerte llegó sobre el final, cuando Leonard Costa vio la roja a los 47 minutos y dejó al local con diez hombres. Ni así el visitante pudo aprovecharlo.
El empate no ayuda a ninguno: Independiente Rivadavia sigue sin poder afirmarse de local y Huracán continúa sin cortar la racha negativa que lo aleja de los puestos de protagonismo. El punto se siente más como una oportunidad perdida que como un paso adelante para los comandados por Berti.
La Lepra jugará nuevamente el domingo 5 de octubre, desde las 11 de la mañana, cuando visite a Racing en el Cilindro de Avellaneda, un escenario siempre exigente donde los empates ya no alcanzan.




